
Juan es un adolescente cuyo pensamiento va más allá de la realidad. A veces cree que no pertenece a esta realidad, ni mucho menos a este mundo, con acento gracioso y un lenguaje sarcástico se tomaba la molestia de mencionar que no nació en Perú, ni en Sudamérica, tampoco en el planeta tierra; comentaba que, este mundo no era compatible con la personalidad que llevaba, porque Juan, imaginaba su mundo parecido a la famosa y conocidísima obra de Tomas Moro, en donde impera la paz con problemas muy sencillos de resolver. Pero esta es sólo una parte de Juan, porque en muchas oportunidades se pudo observar al Juan luchador, que quería enfrentar a la realidad sin importar el problema, con la famosa frase “pisa tierra” se olvidaba de pensamientos idealistas y románticos, se apoderaba de el un nuevo espíritu luchador, con el que, no le importaba a qué tipo de problemas se iba a enfrentar; en ese momento del Juan luchador, este se volvía en un tenaz combatiente en contra de la injusticia y de la mediocridad.
En aquellos dos casos opuestos de Juan, muchas veces era extremista y adoptaba un comportamiento en donde tomaba decisiones muy apresuradas. Casi siempre se arrepentía de ellas.
Pero existía un Juan en el intermedio de ellos dos, se podría decir que era el Juan más sensato y maduro, en donde la serenidad dominaba el ambiente. Al momento de ir a dormir, se apoderaba un Juan que sacaba a relucir aquella sabiduría irreconocible en él. Muchas veces con el pelo mojado, con la camisa roja a cuadritos, el pantalón largo de color gris, y las medias negras despintadas, se acostaba mirando al animalito de peluche que se encontraba a la derecha de su almohada y comenzaba a meditar. Juan dice que es bueno reflexionar cada día sobre nuestros actos, analizarlos profundamente si hicimos bien o mal al realizarlos, no solo pensando desde nuestra perspectiva, sino, ampliar nuestra visión, asimilando diferentes modos de ver las cosas. Para Juan, es muy complicado tratar de pensar y de ver las cosas como las personas de su entorno, pretende tener empatía con las personas a su alrededor.
Aquel momento sagrado y único para Juan en todo el día, podían duras largos minutos. Yo pienso que Juan se complica mucho al meditar todos los días, evitando dormir y descansar las horas necesarias. Hace dos días que Juan no duerme bien, el quiere creer que es por aquel dolor de espalda por la mala postura de todo el día, por el caminar encorvado. La verdad es que Juan no duerme porque no quiere, piensa que el meditar lleva a la sabiduría, pero yo creo que lo lleva más a la tristeza y al sueño profundo.
A pesar de todo, Juan de Dios, no comprende muchas cosas de la "vida" y llega a la conclusión de que le falta mucho por vivir y conocer.[...]
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